Con profunda tristeza, informamos del fallecimiento de quien fuera nuestro director por casi 30 años, Abelardo (Pin Pin) Ruiz Martín. Hoy, la YMCA de San Juan pierde a un baluarte cuya obra y compromiso inquebrantable con nuestra institución permanecerá para marcarnos el camino a seguir.
Karen Santana, presidenta de la Junta de Directores de la Y, expresó su enorme pesar por la partida física de Ruiz Martín. "Como [Abelardo] expresó en una ocasión, 'la YMCA tiene un lugar seguro en mi corazón'. Su trabajo en nuestra institución tocó e impactó positivamente a miles de personas, desde niños hasta los adultos mayores. Por muchos años, su labor fue clave para asegurar nuestra misión de proveer bienestar al ser humano a través del fortalecimiento del espíritu, la mente y el cuerpo", expresó Santana.
Abelardo Ruiz Martín (1945-2020)

Desde sus inicios, la historia de Abelardo con la YMCA de San Juan tuvo rasgos de novela épica. A los 12 años, se inició en el programa de baloncesto bajo la tutela del legendario Emilio “Millín” Romero, en aquella cancha bajo techo en la primera sede que tuvo la institución en el Viejo San Juan.
Abelardo integró el legendario equipo de baloncesto que representó a Puerto Rico en los torneos “Little Guys” de la YMCA de 1957 y 1958 en Illinois. Precisamente en el '58, ese equipo se alzó por primera vez con el campeonato en ese torneo al que asistían equipos de todas las Y’s de Estados Unidos. Ese triunfo convirtió en héroes a aquellos 12 muchachitos que, jubilosos, correteaban por el avión que los trajo de regreso a casa, donde habían hecho noticia y el pueblo los esperaba para agasajarlos. Una vez en suelo boricua, los pasearon en descapotables por el Viejo San Juan hasta la Fortaleza, y el mismo gobernador Luis Muñoz Marín los recibió.
Tras unos años fuera de Puerto Rico, Abelardo fue reclutado como miembro de la Junta de Directores de la YMCA de San Juan en 1991. Como dato curioso, en sus casi 30 años como director, Abelardo no faltó a una sola de las Asambleas Anuales de la institución, siendo la primera justamente la que se le dedicó el año pasado y que, lamentablemente, coincidió con un viaje que ya tenía planificado.
Abelardo participó en mil aventuras con la Y de San Juan y su labor fue fundamental para el éxito de campañas capitales como las que se realizaron para la construcción de la cancha González Inclán —para la cual consiguió asignación gubernamental de $250 mil— y del ala del edificio que alberga el Centro de Desarrollo Preescolar, entre otras. Abelardo consideraba el centro preescolar como el corazón de nuestra Y y lo visualizaba como el espacio idóneo para la formación y el desarrollo de los niños y niñas de las comunidades a las que servimos.
Desde su experiencia como ejecutivo de compañías globales, Abelardo aspiró a que la Y recobrara el sitial que antaño gozó como organización benéfica y de servicio a la comunidad y abogó para que su labor se extendiera más allá de San Juan y la zona metropolitana. Su rol en la Junta de Directores fue clave para encaminar la organización hacia su profesionalización. En múltiples ocasiones manifestó su gran entusiasmo con los nuevos integrantes de la Junta de Directores y sus recién creados comités de trabajo. Gracias a su visión y gestión comprometida, la Y de San Juan cuenta hoy con una nueva constitución y modernos estatutos.
Recientemente, Abelardo contó que sus mayores satisfacciones habían sido las distinciones que recibió de socios y, en especial, de empleados de la Y que siempre lo sintieron como uno más entre el equipo de trabajo. Abelardo fue COMPAÑERO, en mayúsculas, al que le estamos profundamente agradecidos y con el que tenemos una deuda de gratitud eterna.
¡Gracias, Abelardo! No hay palabras que puedan expresar a cabalidad el agradecimiento que sentimos por tu compromiso con la YMCA, por el deporte y por Puerto Rico. Gracias por hacer de nuestra Isla una mucho mejor. ¡Hasta siempre, compañero!
Comments